lunes, 16 de julio de 2012

El género

Cuanto más definido está el género de tu novela, más claramente marcado está el público al que se dirige, pero al mismo tiempo menos posibilidades hay de infiltrarse en otro tipo de lectores.

A mí, como en todo, me gusta la mezcla, sin entrar en contradicción con mi búsqueda de un público de referencia.

Evidentemente, los géneros en que suelen encuadrarse mis novelas tienen que ver con mis gustos literarios. Novela negra, urbana, psicológica, social, de intriga.

Entre manos me traigo, por tanto, una historia que se puede definir utilizando todos esos adjetivos, sin despreciar ninguno.

De la novela negra me quedo con Patricia Highsmith, experta en mantener la tensión policial, judicial o asesina durante todo el recorrido de sus novelas cortas; de la urbana tengo como modelos a Paul Auster,  Philip Roth, John Irving. A todos ellos, además, se les puede integrar dentro de lo que se puede definir como novela que juega con la psique de los protagonistas y, en consecuencia, del lector. El género social, sin embargo, lo encuentro más en las grandes novelas españolas de las últimas generaciones: desde Carmen Laforet a Juan Marsé, pasando por Vázquez Montalbán. La intriga, es un compendio de la novela negra sin policías con la psicológica o el terror, con grandes maestros como Katzenbach o Henry James.



Analizando esos géneros y mis autores favoritos también se puede deducir que tengo dos grandes fuentes de inspiración lectora: la literatura americana de finales del siglo XX y la española de posguerra.

El escritor es un producto de sus vivencias y de sus lecturas, difícilmente distinguible en qué proporciones se reparte la receta que van conformando sus historias.

Cuando construyes una novela debes saber qué claves hay para elaborar una buena novela de género, pero nunca te tienes que dejar llevar por la teoría.

La historia que estoy escribiendo tiene componentes que la hacen clasificarse con facilidad en todos estos géneros ya que:

* Se analiza con profundidad a los personajes
* Hay una sensación de desasosiego que te invita a continuar leyendo
* La acción viene dada tanto por los protagonistas como por el entorno urbano inmediato
* Se plantean conflictos sociales sobre los que el lector debe posicionarse

Definir las fronteras del género de una novela sirve más que nada para buscarle un sitio en las estanterías de una librería, aunque la clave para llegar a esas estanterías es que consigas construir una historia redonda, independientemente del género teórico en el que aspires a incluirla.

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