domingo, 5 de agosto de 2012

El editor

La figura del editor es fundamental si quieres publicar una novela, y es un problema para un escritor cuando esta figura le resulta antipática.

Sí, yo he tenido mala suerte con los editores.

El editor tiene siempre la sartén por el mango, por lo que es importante establecer una relación de cercanía con él. Tienes que hacer lo posible por trabajar en equipo y transmitirle la emoción por el proyecto conjunto que os traéis entre manos.


Dicho esto, el editor es un empresario y su objetivo fundamental, salvo que sea un aristócrata aburrido al que le salga el dinero por las orejas, es ganar dinero. Por ello, para empatizar con él, lo primero que hay que hacerle ver es que tu novela va a resultarle rentable.

Si el editor no ve buenas cifras al principio se corre el riesgo de que deje de invertir en presentaciones, publicidad, actos conjuntos o firmas de libros. No hay otro que el propio novelista para hacerle ver que la novela está viva.

Mi peor experiencia vino de la mano de 'Andrea no está loca', una novela que me ha dado todo tipo de satisfacciones a nivel literario, desde el mismo día de su presentación, y en la que invertí muchas ilusiones: Innumerables presentaciones en diferentes ciudades, actos en institutos, tertulias literarias, bibliotecas públicas.

Detrás, sin embargo, había dos editores impresentables y sinvergüenzas, Macarena Diana y Carlos San Juan, que regentaban 'Editorial C&M', una pseudo-editorial que se dedica a buscar obras en el mercado de escritores que le aseguren un cierto tirón inicial para así poder editar, hacer todas las presentaciones posibles, llevarse el dinero 'fresquito' y desaparecer del mapa, eliminando sus móviles y cambiando de dirección sus oficinas.

Afortunadamente, somos muchos los escritores que no dependemos de la literatura para vivir y que no nos dejaremos abatir por editores miserables que juegan con años de trabajo para obtener un rendimiento que sólo disfrutan ellos, como buitres carroñeros.

Somos creadores de sueños y entre nuestros sueños está el de encontrar un editor honesto, amante de la literatura y empresario eficaz.

Yo sé que lo encontraré.

Condición básica para encontrarlo: ofrecerle un producto irreprochable y un dossier robusto, una historia redonda que no deje dudas acerca de su calidad literaria.

La calidad literaria no implica, sólo, una prosa brillante, sino fluidez, capacidad de hipnotizar, de hacer sentir y de divertir al futuro lector.

El dossier robusto tiene que ver con todo un acompañamiento documental que le haga ver al editor que eres un escritor con las ideas claras, que sabes a qué público te diriges y que tienes armas infalibles para llegar a esos lectores.

Mi trayecto hasta encontrar mi futuro editor, o mi fracaso por no encontrarlo, lo iré compartiendo en este blog.

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