lunes, 9 de julio de 2012

Idea base

Construir una novela, bajo mi punto de vista, no puede hacerse sin tener claro qué se quiere transmitir. Cimentar una historia en un esqueleto sin alma puede llevar a una gran decepción, no sólo del lector, sino del propio arquitecto de la obra.

Y esta idea-alma se tiene que poder resumir en una frase corta, simple, directa, que oriente como una pantalla luminosa a quien aspira a enfrascarse durante meses en la elaboración de una novela para que, cuando lleguen los desvíos, las tentaciones, los cantos de sirena uno no pierda el norte.

En mi caso, la idea matriz se podría resumir en:

'Hasta dónde puede llegar el amor verdadero'.

Sí, es un luminoso potente, que puede convertirse en perverso, cursi, desgarrador o sublime, pero al menos es el punto de partida y la meta.


Otra cosa es dónde lleguemos y en qué condiciones cuando comencemos a vislumbrar el cierre de la historia.

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